"Los mirlos son formas alegras que habitan donde el espacio de la palabra deja (límites)".

Durante las jornadas de Huellas de la Ciudad organizadas este año, por Eva Navarro y Agustín García Matilla, se nos presento la ocasión de visitar el museo de arte contemporaneo Esteban Vicente situado en Segovia. La exposición de la que disfrutamos fue la titulada  "El nido de los mirlos" de Mon Montoya, y en ella vimos un claro reflejo de lo que era la ciudad para el artista.

Mon Montoya nació en Mérida en 1947 pero no llegó a vivir allí de manera fija ya que se trasladó a Ciudad Real, de donde era su padre. Hace unos treinta años se instaló en un pueblo de Segovia llamado Palazuelos de Eresma, lugar en el que reside actualmente.Tanto Ciudad Real como Segovia han influido mucho en su vida, y por ello gran parte de sus obras reflejan estas ciudades.

Durante la exposición, la guía nos contó que se trata de una serie de obras pintadas desde el año 2000 inspiradas en su estancia en la residencia de artistas Yaddo, situada en NY. Obras que han ido evolucionando con el paso del tiempo, las ciudades y echos que han marcado su vida como la muerte de su padre y hermano.

"El nido de los mirlos" es el título de la exposición compuesta por cuarenta y cuatro obras, y representa según García Yelo "ecos naturales y urbanos, de transfondo melancólico y ejecución de apariencia espontánea, acordes a la personalidad del artista, meditabundo y evocador pero atento siempre a cualquier posible sorpresa".

A continuación os dejo con las obras que más me gustaron de la exposición: